jueves, 8 de marzo de 2012

Últimos desfiles de la #PFW... cuentos de ciencia ficción!

La Semana de la Moda de París, ya ampliamente conocida por el hashtag #PFW en el mundo twittero, llegó a su fin. Pero las últimas jornadas han sido memorables. Como os comenté en mi último post (aquí), algunos de los grandes diseñadores quedaban todavía por desfilar. Empezando por Chanel, quien abrió la jornada del martes y donde la puesta en escena fue de impresión: "city of skies" (ciudad de los cielos), como la describió Karl Lagerfeld. El diseñador sorprendió con distintos tejidos, muy diferentes a los que vienen siendo habituales en la casa francesa, innovadores colores y formas geométricas con superposiciones en muchos de los looks. ¿Qué dice Lagerfeld de esta innovación? "It was time" (era el momento).

Abrigo de Chanel, como sacado de un cuento, a juego con el escenario: 
un ambiente de gemas, minerales y formas geométricas.

Karl Lagerfeld abandona el clasicismo del blanco y negro 
en favor de morados, amarillos, azules metálicos y verdes.

Las superposiciones fueron constantes en muchos de sus looks:
a las chaquetas y faldas se suman pantalones-malla del mismo tejido.

Otro grande fue Valentino. El cuero pasa a ser el material central de su desfile, sin perder un ápice la elegancia y feminidad habitual. María Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, los sucesores -en cuanto a diseño se refiere- de Valentino, se han encargado de continuar con la tradición, con el blanco y negro y looks monocolor, dando un aire de modernidad sin perder ese refinamiento típico de la firma italiana. Además, hacen suyo el color por excelencia, el rojo, reinterpretándolo en prendas como abrigos, vestidos y monos.

El blanco y negro, los looks monocolor y el cuero reinaron 
en muchos de los looks de Valentino.

La reinterpretación del rojo, por Maria Grazia Chiuri
 y Pier Paolo Piccioli, fue exquisita.

Alexander McQueen llamó la atención por las prendas con pelo y plumas, los volúmenes en vestidos, faldas y abrigos, ceñidos con cinturones grandes, y los colores pastel, especialmente rosa palo, además de negros, grises y rojos. Sarah Burton apostó por el volumen, los volantes y los pliegues desarrollados hasta la exhaustividad, algo que, sobre la pasarela, provocaba una sensación de special effect (efecto especial), como algunos lo han calificado.

Volúmenes ceñidos con cinturones, de Alexander McQueen.

Volantes y pliegues sobrepuestos hasta el extremo 
crean una sensación de efecto especial.

El rojo, junto con el rosa palo y el gris perla, fueron algunos
de los colores que Sarah Burton eligió para esta colección.

De Louis Vuitton he de decir que lo que más me llamó la atención, además de la espectacular puesta en escena, fueron los sombreros que, al principio, pensé que era una nueva modalidad de bolso sobre la cabeza (en una pequeña foto a través de Twitter en el móvil, todo sea entendido). Como si de una estación de tren se tratase, cada modelo iba acompañada de un botones perfectamente uniformado, que le llevaba las maletas y los impresionantes bolsos. A la artesanía que caracteriza la firma, se añaden prendas con estampados y pedrería (véanse los botones) que recuerdan a otra época.

Marc Jacobs apuesta también por las superposiciones:
Abrigo, vestido y pantalones, todo a juego.

Las modelos iban con sombreros tipo chisteras derruidas, gafas de sol y con 
un botones acompañándolas, como si de una película se tratara.

Estampados retro, pantalones que se acaban antes de llegar al tobillo 
y grandes solapas en chaquetas y abrigos son las apuestas de LV.

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